Fuerzas paralelas
La víspera del traspaso de poder en los organismos Ejecutivo y Legislativo, en el marco de la visita de no menos de 98 delegaciones internacionales, entre decenas de invitados al acto, es el escenario elegido por grupos oscurantistas para asesinar a balazos al diputado por Alta Verapaz Óscar Valentín Leal Caal, del partido Libertad Democrática Renovada (Líder), junto a su hermano.
El crimen ocurre, asimismo, pocas horas después de que el parlamentario acribillado, según dirigentes del Partido Patriota (PP), entrega una carta en la cual manifiesta su decisión de trasladarse a esa organización (prácticamente la oficialista), aunque ese extremo es negado por Líder. En ese momento, a la vez, el virtual tránsfuga, de acuerdo con las mismas fuentes, revela que es objeto de presiones y amenazas para que no migre a un grupo diferente al que aún lidera Manuel Baldizón, ex aspirante a la Presidencia de la República y perdedor de las recientes elecciones.
El clima se termina de empañar con alertas de bomba en la sede del Congreso de la República y el incendio de dos vehículos en un hangar cercano al Aeropuerto Internacional La Aurora (punto de ingreso de las representaciones diplomáticas), aunque esto último sin aparentes vínculos con los sucesos descritos producto de la perversidad.
Presunta quietud
Un día antes del fatídico suceso, en medio de un ambiente de relativa calma, nuevos diputados y funcionarios que están por asumir sus cargos anuncian la integración de la futura Junta Directiva del Parlamento, acomodo que se da, según ellos, por consenso y con una tónica de pluralismo partidario, el cual refleja un aparente estado de armonía.
El mismo jueves, en ese panorama de distensión, el mandatario saliente, Álvaro Colom, declara a reporteros de diferentes medios de comunicación que está dispuesto a reconquistar a su ex esposa Sandra Torres, de quien se divorció el año pasado con el fin de que ella pudiera aspirar a la Presidencia de la República, aunque ese objetivo finalmente no se logró debido a que el sistema judicial resolvió que con dicho acto civil se había concretado un fraude de ley.
Aunque todo apunta a la tranquilidad, en horas de la tarde se conoce la noticia (proveniente de tribunales) de que Torres ha sido arraigada por peligro de fuga, en un proceso incoado a partir de una denuncia interpuesta por Roxana Baldetti, entonces diputada del PP y ahora vicepresidente electa, quien acusa a la ex cónyuge de Colom de varios delitos por no comparecer al Congreso para explicar manejos financieros de los programas de Cohesión Social.
Pocos días atrás, Colom había insinuado que el Cártel de Los Zetas (que ha copado espacios clave en el territorio nacional) estaba esperando que él dejara el cargo para moverse con mayor facilidad en el país. No obstante, al día siguiente se retracta de lo expresado, se disculpa con el presidente electo, Otto Pérez Molina, y, como en ocasiones anteriores, culpa a los medios de comunicación de haber malinterpretado sus declaraciones.
El poder oculto ataca
En el contexto descrito, un día antes del traspaso de mando, presuntos cabecillas del poder fáctico, auxiliados por esbirros del sicariato, ultiman al legislador y con ello lanzan su mensaje desafiante y terrorífico: estamos presentes, revestidos de poderío, y queremos que se entere el mundo...
Efectivamente: ningún momento podía ser más propicio para asestar un golpe de tal envergadura, el cual deja a muchos políticos expuestos como sospechosos; un alud cruento y maquiavélico para crear el clima de confrontación y división entre diferentes actores de la sociedad que hilvanó el crimen organizado. Líderes, uneístas y los mismos patriotas quedan a expensas de señalamientos, aunque no haya pruebas en su contra que tengan peso de trascendencia.
El aberrante objetivo de causar zozobra se logra. Poderes paralelos incrustados en departamentos como Alta Verapaz (que representaba el diputado) se plantan con actitud desafiante ante el gobierno que a partir de hoy por la tarde es dirigido por un general retirado. El reto es hacia el máximo dirigente patriota (el de la mano dura), que en el Ministerio de Gobernación se hace acompañar de otro ex miembro del Ejército que ha anunciado fuertes medidas para combatir el crimen organizado, aunque también de un equipo multidisciplinario que complementa el Gabinete.
Obligados a revisar
El crimen de Leal Caal alimenta aún más el entorno de violencia que afrontan los guatemaltecos en la cotidianidad; y aunque no altera en demasía el statu quo, obliga al nuevo gobierno a replantear de inmediato sus estrategias contra el poder fáctico, de tal forma que sean efectivas para combatirlo, sin caer en el extremo de propiciar que las condiciones negativas para la ciudadanía en general sean todavía más efervescentes.
Las circunstancias imponen acciones prontas y certeras, pues la arrogancia que ha quedado a flote muestra al enemigo de la paz social como un adversario dispuesto a repetir sus deplorables actos, sin intención alguna de dar la más mínima tregua.
La firmeza en las acciones que se adopten se proyecta como ingrediente determinante para la neutralización de los poderes paralelos. Pero esa fuerza sola no se perfila como fórmula efectiva si no se combina con iniciativas inteligentes que concuerden con principios sustentados por el ordenamiento de los países que aspiran a la plena institucionalización de la democracia.